•A quien corresponda•




La semana pasada conseguí empleo en la oficina de correo. Es un trabajo sumamente aburrido. Me siento en un escritorio de fórmica blanco, detrás de una ventanilla a la que la gente se acerca en fila. Debajo del escritorio hay un botón colorado que se presiona para hacer avanzar el contador electrónico colocado en la pared, el cual indica el turno de las personas que esperan sentadas.

Yo pensé que iba a tener que pegar estampillas o que iba a sellar sobres. Pero lo cierto es que la gente ya no manda cartas. Solamente me limito a explicarles cómo se llena un telegrama de renuncia, a pesar las encomiendas o a llenar formularios para las cartas documento. Como dije antes, es un trabajo por demás aburrido. Todo se desarrolla a una lentitud enervante. Las personas llegan a acumularse de a cincuenta o de a setenta en las horas pico y nadie parece darse por aludido para acelerar el ritmo. Algunos esperan en fila, otros sentados. Algunos hacen tiempo en la vereda y otros optan por sacar número, irse y volver al rato, para evitarla espera.

En la ventanilla a mi derecha se ubica una solterona que trabaja aquí desde hace veintisiete años y que conoce por el nombre a todos los clientes regulares. Se la pasa limándose las uñas y no le importa que caiga un aluvión de personas mientras se las pinta (siempre de rojo), que no va a detenerse ni a hacer ningún movimiento por miedo a que se le corra el esmalte. A mi izquierda está un muchacho que todavía no debe haber alcanzado la mayoría de edad, y que compatibiliza este empleo con sus estudios. Mi supervisor es un viejo asqueroso que no para de mirarme el escote.

Hay momentos del día en que la oficina está vacía, que el contador electrónico de la pared se detiene largo rato en el mismo número y que el silencio hace retumbar las voces en un eco.

Entonces ayer, mientras la solterona se pintaba las uñas y el muchacho ensuciaba su escritorio con café, tomé un sobre blanco y elegí al azar un lugar en el mapa. Escribí el nombre del sitio, una calle y un número cualquiera. Luego metí mi corazón adentro y envié la carta. Voy a esperar por si alguien me responde.

L.A




17 voces se mezclaron con mi voz:

Raul Farias dijo...

Por aburrimiento no andes regalando el corazon por ahi...

Saludos

Nayla. dijo...

Hola Lola!

Cuando era chica guardaba mi corazón en sobres. Recuerdo que en la revista del domingo, que venía con el diario La Voz del Interior, había una sección de amigos por carta. Mande varias. Me gustaba la idea de esperar por algo que sabía que iba a venir, la alegría cuando llegaba, leer con sumo detalle porque esas palabras eran dirigidas solamente para mí. Sin embargo, muchas no se contestaron, y otras dejaron de venir, cuando de repente todo el mundo usaba msn. Sin embargo es un lindo recuerdo... todavía las guardo.

La imagen de la portada es como me imagino a Pizarnik. Simplemente eso. Supongo que debajo de la imagen que ella no pudo elegir, podías reconocer esta otra.

No te preocupés por leer o no leer, en realidad me daría vergüenza que me leyeras. Tus escritos me gustan mucho; es lo que cualquiera podría decir. No están enmarañados para lucir complicados, o inaccesibles. Son lo que son, son vos, y son hermosos.

Yo también ando algo ocupadaa. En realidad me estoy preparando para poder salir de vacaciones con mis amigas. Justo después hay fechas de exámenes, así que estoy estudiando un poco para no estar tan en el horno cuando sea la fecha. Igual se me hace un poco defícil... hay tan poco para hacer, que me acostumbro a lo poco y termino haciendo nada.

En relación a mi nombre, hice un posteo en el .ar con su significado. Me llamo Nayla. Y si me lo guardo para mí de vez en cuando, es porque me apabulla la idea de que alguien que conozco me pueda leer. Simplemente eso.

Cariños :D .

Trabajos de Diseños dijo...

no voy a decir que el lugar del mapa era venezuela, ni la calle era la del edificio donde vivo, ni mucho menos el número era el de mi apartamento. Pasaba a saludar y a leerte.

¿Si mandas el corazón en sobres, los besos como los mandas?

Lola dijo...

¿A dónde fue tu amor de flor silvestre?
¿A dónde, a dónde fue después de amarte?
Tal vez mi corazón tenía que perderte
y así mi soledad se agranda por buscarte...

Daniel Rico dijo...

Ea cierto, lo repito, de golpe la gente dejo de escribir.

Una de las cosas que mas extraño es la inquietud cuando el buson deboraba el sobre y vos comprendias que ya no habia vuelta atras, a pesar que la carta estaba ahi nomas.

Yo propongo una campaña para que vuelvan las cartas, quien se sume que me mande una direccion y prometo escribirle, a ver que cara pone el cartero...

Verònica dijo...

lo que es seguro es que un corazòn tan sensible serà bien cuidado... se puede fotografiar?? supongo que colgarìa su foto en la web hasta que su dueña se diera cuenta de lo valioso que es aquello que ha perdido y volviera a ponerlo donde va! ja!... a veces puede ser una buena idea eh! cuando anda quebrado... un besote, Vero.

Nayla. dijo...

Vos te referís a /peregrinademi no?

No, no soy ella. Me acuerdo que me empezó a firmar hace muchísimo justamente porque nos llamábamos igual. Y no es muy común el nombre, así que las dos nos sorprendimos.

Igual ella me contagió su fascinación por Pizarnik. Aunque creo que la mayoría de las poetizas cargan con cierta melancolía, o una visión de las cosas y del mundo, que las hace ser más frágiles de lo que demuestran. Le añadiría también un poco de locura, de bohemia, de insatisfacción. Cosas que esa imagen me transmite, más allá de que tenés razón en que da un poco de susto. A Storni la veo de la misma manera, la cual por lo que me llego a dar cuenta te gusta mucho. Tal vez sea sólo una imagen que yo me invento, tal vez me gustaría verlas así y nada más.

Cariños.

I. Pichel dijo...

¿Este fragmento es autobiográfico? Si no lo es, debo reconocer que tienes mucha creatividad. Escribes bien pero se echan en falta comas y oraciones subordinadas. (Formica, no es esdrújula)
Y algo más, en el encabezamiento dices "dentro mío". Eso es un vulgarismo muy grave. ¡Ten cuidado!

Seguiré leyéndote. Saludos.

Ander dijo...

un día recibí un limón dentro de un sobre y no supe que hacer con él, mas no venía dirección alguna a la que responder. Antes de que secara planté sus semillas en el alféizar de mi ventana soleada y al cabo de los meses rosas amarillas llenaron mi imaginación de alegría.

Unknown dijo...

Bird Of Prey

Bird of prey, bird of prey
Flying high, flying high
In the summer sky

Bird of prey, bird of prey
Flying high, flying high
Gently pass on by

Bird of prey, bird of prey
Flying high, flying high
Am I going to die

Bird of prey, bird of prey
Flying high, flying high
Take me on your flight

Jim Morrison

El payador dijo...

te voy a mandar la dirección de mi casa
a ver si me llega un sobre

Javier dijo...

hola, Lola, te gustan las olas? imagino que si, y que en ellas la molas, Lola, Lola, te veo en bolas y te digo: que linda cola, Lola!

Beso,

Ale dijo...

que bien que escribís che,
voy a renunciar,
así de paso me doy una vuelta por el correo

Bruno dijo...

El sobre...!! y asi mi corazon se agranda por buscarte...Muy bueno!

Unknown dijo...

Me encantaría que alguien te respondiera pero más me encanta la actitud, la idea de mandar el corazón "a quien corresponda".
Hermoso el cuento: vi todo sin distracciones hasta el final. Limpito y claro. Te felicito.

Hace poco en el correo argentino de S.I. y después de una espera de veinte minutos, se cayó (o se calló)el sistema y la rep.....

Un beso.

Lola dijo...

Esta entrada se merecía un título diferente. Ahí lo cambié.

Gracias Máximo por las buenas ideas.

Art. dijo...

Muy bonito, para variar.

A ver si te gusta esta:

"desafiando el oleaje sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje."

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