• Hay algo que está mal. Que no entendí o que no me supieron explicar. Que se contradice con todo, que no tiene sentido. No puedo entenderlo. No me entra en la cabeza. No puedo entender cómo es que si sos la vida, si inventaste los colores y la música, si creaste todo lo hermoso en un par de dias, si sos el amor eterno, no puedo, no puedo entender cómo seguirte sea vivir de luto, morir de aburrimiento, estar condenada a llorar por los rincones la tristeza de haber dejado la diversión del otro lado de la puerta y a la repetición constante del absurdo por el sólo hecho del absurdo mismo.
Porque hoy imagino mi vida como una ventana abierta en una tarde de verano, la cual me piden que cierre de un golpe pero yo me animo apenas a mantener entornada. Porque siento que el sol, el aire, el perfume de la vida están afuera y yo acá adentro, secuestrada entre las cuatro paredes que me delimitan la existencia sin que yo me atreva a cambiar ni a mover nada. Siquiera a tirarme al vacío para estallar contra el asfalto.
Y así me veo, asomada al mundo pero sin alcanzarlo, mirando detrás del vidrio, dibujando palabras de auxilio sobre una nubecita de cristal empañado con mi aliento, para que quizás alguien las vea, me haga señas, me proponga un juego que yo pueda seguir desde este lado. Pero no viene nadie. Y yo cada vez más me convenzo de que soy yo, Laura. Yo sola. Detrás de la ventana de la habitación con las paredes pintadas de negro. Asfixiada de tanta tristeza. Llena de ganas de vivir, pero sin la vida. •
L.A
Porque hoy imagino mi vida como una ventana abierta en una tarde de verano, la cual me piden que cierre de un golpe pero yo me animo apenas a mantener entornada. Porque siento que el sol, el aire, el perfume de la vida están afuera y yo acá adentro, secuestrada entre las cuatro paredes que me delimitan la existencia sin que yo me atreva a cambiar ni a mover nada. Siquiera a tirarme al vacío para estallar contra el asfalto.
Y así me veo, asomada al mundo pero sin alcanzarlo, mirando detrás del vidrio, dibujando palabras de auxilio sobre una nubecita de cristal empañado con mi aliento, para que quizás alguien las vea, me haga señas, me proponga un juego que yo pueda seguir desde este lado. Pero no viene nadie. Y yo cada vez más me convenzo de que soy yo, Laura. Yo sola. Detrás de la ventana de la habitación con las paredes pintadas de negro. Asfixiada de tanta tristeza. Llena de ganas de vivir, pero sin la vida. •
L.A
2 voces se mezclaron con mi voz:
Empeza a buscar la puerta... seguro la vas a encontrar...
Si queres yo te ayudo...
ya elimine eso que me dijiste de los comentarios :D
Salut!
Saludos
Josué
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