• ¡Diablos!
Hoy es uno de esos días tristes
en los que me planteo la existencia
(o su ausencia)
en algunos momentos de mi vida.
Es que veo derramarse la lluvia
y lagrimeo un poco.
Me arrepiento, me condeno
me sobo la nariz con consuelos mediocres
y vuelvo a ser la misma de todos los días. Hoy recuerdo, particularmente, una percepción de mí misma que inventé una vez para despedirme de un hombre. Y era yo parada en el centro de la escena, en un teatro, con un reloj cuyas agujas giraban en contrario a tanta velocidad que hacían estallar el cristalcito. La percepción mía miraba al hombre que estaba sentado en décima fila, unico espectador de la obra inexistente y alternaba mirando al tiempo, que impunemente se había encaprichado para jugar en su contra. Ahora me siento así. Mi percepción se ha salido del teatro y de mi carta de despedida. Ahora soy yo misma contra el reloj en mano corriéndome en reversa, gritando como el conejo de Alicia que va llegando tarde a todos lados. Y las hojas de los libros se me borran. Las estaciones de los trenes se me mezclan. Mis pasos nunca avanzan cuando voy caminando por la calle. Por más que corra y corra la cinta me devuelve al lugar donde partí. Las horas de suelo se me acortan, que apenas puedo soñar una cara y ya tengo todas las luces de los teléfonos llámandome. Siento mi mundo salirse de su cauce, descontrolarse de tal modo que ya no responde a las leyes naturales. Y no es precisamente una maravilla. •
L.A
5 voces se mezclaron con mi voz:
Cuando tocan días así, lo mejor es festejar un "no cumpleaños" y santa alegría.
Un beso.
eterno retorno envolvente...
ME ENCANTAAAAAAA
Un besito
Querida Alicia,
El sentimiento que describes lo conozco demasiado bien. Tanto, que durante un tiempo llegué a pensar que de describia y definía como un índice. Pero también creo que, a veces, prolongamos la estancia en el pais de las pesadillas porque nos empeñamos el buscar el frasco que dice "bébeme" y escapar haciéndonos más grandes o más pequeñitos. Tal vez no haya que beber nada, tal vez no haya que transformarse para encajar en lo que en teoria debemos sentir, sino apretar la mandibula y esperar a que la habitación cambie de tamaño. Y, afortunadamente, la única certeza que tenemos es que siempre cambia.
¡Mucho ánimo!
Kisses ***
disfruta de eso ahora que puedes, porque en un futuro igual lo añores.
yo te entiendo.
Un beso.
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