Canción de Alicia en el país •

• ¡Diablos!

Hoy es uno de esos días tristes
en los que me planteo la existencia
(o su ausencia)
en algunos momentos de mi vida.
Es que veo derramarse la lluvia
y lagrimeo un poco.
Me arrepiento, me condeno
me sobo la nariz con consuelos mediocres
y vuelvo a ser la misma de todos los días. Hoy recuerdo, particularmente, una percepción de mí misma que inventé una vez para despedirme de un hombre. Y era yo parada en el centro de la escena, en un teatro, con un reloj cuyas agujas giraban en contrario a tanta velocidad que hacían estallar el cristalcito. La percepción mía miraba al hombre que estaba sentado en décima fila, unico espectador de la obra inexistente y alternaba mirando al tiempo, que impunemente se había encaprichado para jugar en su contra. Ahora me siento así. Mi percepción se ha salido del teatro y de mi carta de despedida. Ahora soy yo misma contra el reloj en mano corriéndome en reversa, gritando como el conejo de Alicia que va llegando tarde a todos lados. Y las hojas de los libros se me borran. Las estaciones de los trenes se me mezclan. Mis pasos nunca avanzan cuando voy caminando por la calle. Por más que corra y corra la cinta me devuelve al lugar donde partí. Las horas de suelo se me acortan, que apenas puedo soñar una cara y ya tengo todas las luces de los teléfonos llámandome. Siento mi mundo salirse de su cauce, descontrolarse de tal modo que ya no responde a las leyes naturales. Y no es precisamente una maravilla. •


L.A

5 voces se mezclaron con mi voz:

Carlos dijo...

Cuando tocan días así, lo mejor es festejar un "no cumpleaños" y santa alegría.

Un beso.

eliú dijo...

eterno retorno envolvente...

pájaro pequeño dijo...

ME ENCANTAAAAAAA
Un besito

Alhy dijo...

Querida Alicia,

El sentimiento que describes lo conozco demasiado bien. Tanto, que durante un tiempo llegué a pensar que de describia y definía como un índice. Pero también creo que, a veces, prolongamos la estancia en el pais de las pesadillas porque nos empeñamos el buscar el frasco que dice "bébeme" y escapar haciéndonos más grandes o más pequeñitos. Tal vez no haya que beber nada, tal vez no haya que transformarse para encajar en lo que en teoria debemos sentir, sino apretar la mandibula y esperar a que la habitación cambie de tamaño. Y, afortunadamente, la única certeza que tenemos es que siempre cambia.

¡Mucho ánimo!

Kisses ***

Anónimo dijo...

disfruta de eso ahora que puedes, porque en un futuro igual lo añores.

yo te entiendo.

Un beso.

* * * * * *